¿Cuál es la manera más simple para lograr el control de la ira? ¡En Life Perú tenemos un poderoso proceso de dos pasos para lograr el control de esta emoción! Si quieres profundizar más en este método te invitamos a participar en el Campamento del Guerrero.
1. ¡Relájate! Es clave para el control de la ira
La ira es la emoción que prepara a todo el cuerpo para la lucha, debes encontrar una forma de descargar esta “energía de lucha” improductiva antes de hacer cualquier otra cosa. Necesitas saber que, para “luchar”, se experimenta un enojo significativo que automáticamente activa cada grupo muscular y órgano en tu cuerpo.
En términos generales, la ira es una reacción a alguna amenaza, por lo que naturalmente sirve como la señal evolutiva del cuerpo para prepararse para el combate. En este estado emocional te movilizas para una acción inmediata e impulsiva, de modo que cualquier reflexión sería una desventaja. Así que la ira afecta tu pensamiento tan poderosamente como lo hace con tu cuerpo, entonces ¿cómo controlar las emociones? ¡Descúbrelo en el Campamento del Guerrero!
Dadas las limitaciones legales y éticas de la civilización moderna, es extremadamente improbable que cuando te enfades vayas a matar y agredir físicamente a tu jefe, esposa, esposo, etc. Pero como la ira prepara tu mente (no solo tu cuerpo) para la batalla, una vez que la emoción te supera y has perdido la capacidad de evaluar objetivamente la situación, es muy probable que ataques verbalmente a la otra persona.
En este punto, tu pensamiento ya no está impulsado por la parte más evolucionada y racional de tu cerebro, sino por la parte media mucho más primitiva, orientada a la supervivencia y de mente simple (pensamientos como “Yo tengo razón, tú estás equivocado” o “Yo soy bueno, tú eres malo” están elaborados con esta parte del cerebro).
En este estado mental infantil y regresivo, todo lo que puedes pensar es en haber sido ignorado, falsamente acusado, irrespetado, desconfiado, devaluado, engañado, discriminado, etc. Y sintiéndote tan mal, lo que ansías es venganza instantánea. Es como si atacando a la otra persona se “hiciera justicia”.
Debido a que la ira nos hace sentir que la realidad está exagerada o distorsionada, se debe recuperar el equilibrio emocional para reevaluar la situación desde una perspectiva más razonable y adulta. Para ello primero se debe encontrar alguna forma de relajación. Es decir, el paso inicial en este protocolo de 2 pasos para el control de la ira es calmar el cuerpo alterado. Solo entonces podrás concentrarte en el segundo paso para calmar tu mente alterada.
Debes descubrir maneras de relajarte, ya sea a través de la respiración profunda, rítmica y diafragmática; alguna forma de meditación; escuchar música tranquilizante; visualización o imágenes guiadas; autohipnosis; yoga; o cualquiera de las muchas otras técnicas de relajación disponibles.
2. ¡Reevalúa! y tendrás el control de la ira
La reevaluación en el control de la ira se refiere a mirar la situación que te provocó la molestia desde una perspectiva diferente, más positiva. Recuerda que el enojo se deriva principalmente de la valoración negativa de lo que sucedió. Así que hazte preguntas como:
- ¿Es esta situación tan terrible como se siente ahora mismo? ¿Estoy exagerando su significado? ¿Estoy tomándolo demasiado en serio? ¿Estoy asumiendo algo que necesita ser verificado?
- ¿Es mi noción de que esta persona es injusta conmigo más un reflejo de mi propio interés que el de la otra persona tratando de aprovecharse de mí? ¿Son sus intereses o preocupaciones tal vez tan importantes y legítimos para ellos como los míos lo son para mí (es decir, haz todo lo que puedas para desafiar tu posible arrogancia en el asunto)?
- ¿Puedo volver a centrar mi atención en lo que realmente me gusta de esta persona y dejar de centrarme exclusivamente en este comportamiento en particular, que claramente no me gusta?
- ¿Cuál es la evidencia concreta de que él (o ella) intencionalmente quería enemistarse, herirme o humillarme? ¿Estoy tomando esto más personalmente de lo que se merece?
- ¿Puedo ver esta situación desde el punto de vista de la otra persona (es decir, tratar de entender sus motivos más empáticamente)?
- ¿Podría la crítica de esta persona tener alguna base racional para ello? ¿Hay algo que pueda aprender de ello que, en última instancia, pueda ayudarme?
- ¿Es posible que me hayan malinterpretado? ¿Es tal vez mi culpa que la persona no haya podido “entender” lo que yo trataba de comunicar, y que reaccionara negativamente ante mí?
- ¿Estoy tomando lo que esta persona dijo demasiado literalmente? ¿Podrían estar bromeando, y son mis propias inseguridades o mis dudas lo que me molesta?
Si esta persona realmente está siendo desconsiderada, mezquina o desagradable conmigo, ¿también la he visto actuar de esta manera hacia los demás? ¿Puedo recordarme a mí mismo que básicamente este es su problema, no el mío, y que estoy mucho mejor si simplemente no me tomo en serio lo que dice?
Podemos hacer una lista más larga de preguntas que puedes hacerte cuando sientes que debes trabajar en el control de la ira o en las situaciones donde tus botones de vulnerabilidad están presionados. Pero, con suerte, estos ejemplos de diálogo personal serán suficientes.
Ya que tu ira no surgió de la situación en sí, sino del significado negativo, la interpretación o la evaluación que le atribuyes, necesitas considerar formas alternativas de percibirla, para ello un taller de Inteligencia Emocional con PNL, te podría ser una herramienta útil. En casi todos los casos creemos que encontrarás que una evaluación más sensata y “medida” de lo que desencadenó tu ira te ayudará a eliminarla.
Si deseas más información sobre cómo aplicar el control de la ira o el Campamento del guerrero, contáctanos y con gusto te responderemos a la brevedad.