¿Cómo el coaching emocional saca lo mejor de los niños y adolescentes?
Written by Life Perú on 8 octubre, 2018
Muchos padres que participan en los talleres de Life Perú se preguntan cómo desarrollar el liderazgo para mejorar las relaciones con sus hijos aplicando coaching emocional y se plantean una interrogante universal: ¿cómo enseñamos a nuestros hijos a comportarse? Las estrategias bien conocidas y más utilizadas tienen que ver con recompensas y sanciones. Estas son técnicas basadas en la idea de que el comportamiento puede ser controlado y modificado con sistemas de refuerzo, además pueden ser útiles para motivar a los niños y adolescentes a moderar su comportamiento.
Sin embargo, si estos mecanismos externos para condicionar el comportamiento humano realmente funcionaran, no necesitaríamos prisiones en el mundo. Tampoco resuelven los problemas de salud mental, que a menudo son la fuente de los problemas de comportamiento. Los niños y adolescentes también se «habitúan» a recompensar los sistemas, lo que significa que estos mecanismos pierden su efectividad para motivarlos a comportarse.
De manera similar, el temor al castigo puede llevar a que los niños y adolescentes confíen en mecanismos de supervivencia innatos como la disociación (no preocuparse) o volverse reactivos (agresivos) en un intento por compensar.
Las recompensas y las sanciones no funcionan para los niños y jóvenes con necesidades especiales porque dependen de la capacidad de prever y comprender mentalmente las consecuencias del comportamiento.
Una manera efectiva para trabajar el comportamiento de los niños y adolescentes: el coaching emocional
Una forma más eficaz de controlar el comportamiento de niños y adolescentes es una técnica llamada «coaching emocional» y en Life Perú la utilizamos en el programa Liderazgo Adolescentes. Este sistema refleja la evidencia de que los programas más exitosos para mejorar el comportamiento son aquellos que se centran en las causas emocionales y sociales del comportamiento difícil y que enseñan proactivamente habilidades sociales y emocionales.
El coaching emocional enfatiza la regulación emocional más que la modificación de la conducta. Considera todo comportamiento como una forma de comunicación, haciendo una distinción importante entre el comportamiento de los niños o adolescentes y los sentimientos que subyacen a sus acciones. Trata de ayudar a los niños y jóvenes a comprender sus diversas emociones a medida que las experimentan, por qué ocurren y cómo manejarlas.
El sistema se compone de dos elementos clave: empatía y orientación. La parte de la empatía consiste en reconocer y etiquetar las emociones del niño o adolescente, independientemente de su comportamiento, con el fin de promover la autoconciencia emocional.
Las circunstancias también pueden requerir el establecimiento de límites sobre el comportamiento apropiado e incluso las consecuencias, pero la clave de este proceso es la orientación, ayudando al niño o joven a reconocer y etiquetar ciertas emociones y sentimientos, tales como «rabia» o «tristeza».
Esto proviene del compromiso con el niño o el adolescente en la resolución de problemas para apoyar su capacidad de autorregularse y adoptar comportamientos alternativos, y prevenir futuras transgresiones. Pero sólo cuando sus cerebros están en un estado receptivo para la resolución de tales problemas.
Al controlar el comportamiento, los adultos suelen confiar en la razón para distraer o disuadir al menor. Pero cuando un infante o joven está en un estado emocional, particularmente uno intenso, es incapaz de comprometerse con las partes más racionales de su cerebro.
Sus mentes y cuerpos están “encerrados” en un estado de supervivencia, incluso cuando la respuesta ha sido desencadenada por algo como el deseo frustrado. Los niños y jóvenes en un estado emocional alterado necesitan regresar a un estado relajado y tranquilo antes de que podamos razonar con ellos.
Si proponemos soluciones antes de empatizar, es como intentar construir una casa antes de que se hayan sentado unas bases firmes. La empatía los ayuda a calmarse para que sean más abiertos y capaces de razonar, ayudando a crear conexiones neuronales en el cerebro racional para convertirse en un eficiente gestor de la emoción.
Se puede pensar que la empatía con los niños y jóvenes llevará a una aprobación de la mala conducta. Pero el coaching emocional también implica establecer los límites de un comportamiento aceptable. Se puede perdonar el sentimiento que subyace en el comportamiento, pero no el comportamiento en sí mismo.
Si deseas disfrutar de los beneficios del coaching emocional en tu hogar, contacta a Life Perú: ofrecemos una amplia variedad de programas que van más allá de la información y el intercambio de conocimientos. Nuestras clases de coaching son un punto de encuentro en donde se afianzan los lazos, se fortalecen las habilidades y se crean nuevas conexiones, compruébalo.