Cada persona es influencia para bien o mal. Una buena influencia de liderazgo no se trata de convencer a las personas a que piensen como tú lo haces. La influencia del liderazgo crea una imagen e invita a otros a verla a través de sus propios ojos. Como todo el mundo comparte sus puntos de vista, todos terminan influyéndose entre sí: Terminan siendo un equipo.
En Life.pe, queremos enseñarte la gran diferencia que existe entre liderar y manipular. De esta manera, sabrás que ser un líder es mucho mejor para tu empresa y para tu equipo.
En primer lugar, vale la pena mencionar que, por supuesto, existen muchas cosas en común entre el liderazgo y la manipulación. Ambos:
- Reconocen las capacidades, habilidades y fortalezas de los demás.
- Complementan estas capacidades, habilidades, y fortalezas y, animan a otros a actuar sobre ellos.
- Influyen en el comportamiento de los demás.
- Tienen un objetivo en mente y ponen su energía en guiar a otros hacia ese objetivo.
- Pueden definirse como “influyendo en los demás para actuar“.
Diferencias entre la manipulación y el liderazgo
La manipulación es lo que sucede cuando influencias a alguien para hacer algo y solo tú te beneficias de sus acciones. El liderazgo, por el contrario, trabaja para asegurar que ambas partes se vean beneficiadas.
La manipulación:
- No tiene en cuenta las opiniones y los talentos de otros.
- Es oportunista e impulsado por la avaricia.
- Gira y sesga la verdad a su manera.
- Oculta información para promover su ángulo y propósito.
- Se centra en las personas que le pueden servir; hace caso omiso de los que no pueden hacerlo.
El Liderazgo:
- Trata hacer entender y no convencer.
- Estimula la influencia de otros.
- Respeta a las personas por lo que son.
- Despierta una visión para que todos puedan influir en los resultados con sus talentos.
- Abre las mentes para lograr una “mega colaboración”.
- Se basa en las habilidades de los profesionales para equilibrar la comunicación y la atención.
- Utiliza la honestidad y la moderación para que las personas puedan llegara una decisión.
Debes tener en cuenta al menos estas tres verdades para aclarar esta distinción.
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La intención no iguala al impacto
Es obvio que la mayoría de los líderes hoy en día no tienen la intención de manipular a su equipo, pero la realidad es que, quizás la mayoría lo ha hecho en distintas ocasiones. La mala ejecución de los trabajos, el cambio organizativo no planificado, y las variables que estaban fuera del control de un líder a menudo contribuyen a esto. La intención detrás de lo sucedido es de poca importancia para tu equipo, ellos de igual manera se sentirán manipulados.
Cuando este tipo de desconexión sucede, lo mejor que puede hacer un líder es reconocer mediante el diálogo los problemas que está pasando la empresa y hablar con su equipo para que estos puedan seguir adelante.
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Lo contrario de manipulación (rencor) es igual de malo
Algunos líderes tienen tanto miedo de manipular que corrigen excesivamente a su equipo sin darse cuenta que ellos mismos, por un lado, están cometiendo errores. Por lo general, este tipo de líder piensa primero en su equipo y les entrega lo que es mejor para ellos, sin ver que lo hace a expensas de los objetivos organizacionales más amplios de un líder.
Centrarse principalmente en cómo los miembros de tu equipo se benefician significa que tú, como líder, no estás cumpliendo con tus objetivos. Esto a veces se refleja en las toneladas de trabajo que tendrás que hacer por ti mismo y en las tareas que no terminarás a tiempo. A las personas les encanta trabajar para estos líderes, por supuesto, pero no duran mucho con estos ya que los resultados terminan siendo no sostenibles o porque se llegan a aburrir de estos.
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Corre el maratón
Cuando entrenas para un maratón, por ejemplo, debes tener en cuenta que subir rápido una colina es intrascendente para el rendimiento de toda la carrera en general.
Por supuesto que hay veces que se inadvertidamente manipularás a los demás. A veces, también sentirás un poco de rencor cuando veas que otros se benefician más que tú.
Los mejores líderes no se obsesionan con ninguno de los extremos . Reconocen el desafío del momento, se dirigen a ello si es necesario, y luego, vuelven a su maratón.
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Es muy fácil olvidarse del liderazgo y caer en las garras de la manipulación. Para protegerte y proteger a lo demás de la manipulación debes realizarte las siguientes preguntas:
- ¿Estoy centrado en mis metas o en las de los del cliente? Con el fin de liderar con eficacia, debes tomarte tu tiempo para entender dónde están las personas y a dónde quieren ir (sin mencionar el porqué quieren ir allí). El trabajo de un líder es ayudar a un miembro de su equipo a conseguir sus objetivos. Por el contrario, los manipuladores solamente se interesan por sí mismos; los miembros están están ahí como seguidores para ayudarlos a lograr sus objetivos.
- ¿Estoy diciendo la verdad o simplemente digo lo que sea para conseguir la victoria? A los manipuladores les encanta “inflar” egos. Dirán lo que sea necesario para mantener a las personas activas. Los líderes reconocen que a veces los miembros de su equipo necesitan ser desafiados con el fin de lograr sus objetivos. Hablar de manera amable y diciendo la verdad (incluso si está duele y puede alterar a alguien) es a veces necesario.
- ¿Estoy realmente emocionado por el éxito de mis clientes o estoy celoso de ellos? Cuando a un miembro de tu equipo que has estado entrenando consigue algo mejor en otro lugar, ¿celebras con él? Los líderes aman celebrar el éxito de los demás.
Liderar puede ser una de las cosas más satisfactorias que puedes hacer, Sin embargo, es esencial que te supervises a ti mismo y asegurarte de que lo que te motiva es el éxito de las personas a quienes guías. Solo entonces será realmente gratificante para ti.
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