Todos han oído la vieja frase «el que no llora no mama». En un ambiente de trabajo vertiginoso donde el centro de atención está en tener un producto listo o en resolver el problema de un cliente, a menudo se tiene la misma actitud con el coaching. Con frecuencia, se cree que el coaching empresarial es necesario sólo cuando el desempeño del empleado es insoportablemente pobre o cuando los empleados están tan desmotivados que renuncian. Para los emprendedores, que con frecuencia tienen menos empleados y menor presupuesto, el coaching puede ser visto como un gasto innecesario.
Entre estas malas percepciones del coaching, tu también puedes ser un empresario que piensa que estás demasiado ocupado con tu propio trabajo para pasar tiempo extra entrenando, comunicando o elevando la moral de un empleado, pero considera esto: tu liderazgo puede ayudar a crear empleados motivados y productivos. Estos empleados con alto desempeño, a su vez, aligerarán tu carga de trabajo. Cuando estés en ello, también considera los beneficios de las herramientas de desarrollo formales o informales del empleado, como las entrevistas de evaluación de desempeño y las reuniones de mejora del desempeño, que son utilizadas por empresas altamente exitosas para obtener lo mejor de sus empleados.
Antes de desarrollar e implementar nuevos métodos de coaching empresarial, pregúntate a ti mismo si tu empresa tiene un ambiente propicio para el coaching. ¿Los empleados se sienten animados de compartir sus preguntas, preocupaciones, opiniones e ideas o tu empresa tiene un estilo de gestión que funciona de una manera más autocrática y no participativa?
Luego de garantizar que tu empresa está abierta al coaching empresarial, asegúrate que cualquier gerente de tu empresa sepa cómo llevar a cabo el coaching de forma adecuada. Los líderes más efectivos, coaches y mentores aseguran que son accesibles, oyentes activos y facilitadores del crecimiento y guían a los empleados según sea necesario.
El coaching que funciona consiste en retroalimentación constructiva y consistente dirigido a mejorar el desempeño. Se puede adaptar la retroalimentación constructiva y consistente a la cultura de una empresa como un enfoque sistemático para el desarrollo del empleado. Luego, una vez que el coaching se ha establecido como parte de la cultura de trabajo de la empresa, se necesitan identificar las oportunidades para el coaching empresarial. Estas oportunidades son simplemente gerentes y supervisores que sacan ventaja de las ocasiones, formales e informales, para enseñar. Los mejores líderes corporativos identifican con más facilidad estas ocasiones al familiarizarse con los hábitos de trabajo, el desempeño, los objetivos y las motivaciones del empleado.
Sacar ventaja de las oportunidades informales adecuadas para entrenar también quita el estrés del coaching. Enseña a los líderes a administrar su tiempo de forma más efectiva al capitalizar las oportunidades para premiar, alentar y direccionar los resultados del desempeño durante el curso normal de cualquier día de trabajo, mientras se depende de los procesos formales planificados del negocio para revisar el progreso y establecer reuniones planeadas, medidas de desempeño y expectativas para el futuro.
Además, recuerda que el coaching empresarial es importante no sólo cuando hay preocupación por el desempeño pobre o cuando éste está en su punto máximo, sino cuando el desempeño está en el medio. Dado que el la mayoría de los estimados de desempeño del empleado ocurren en algún punto entre sobresaliente y pobre, este rango «intermedio» es donde el coaching tienen su impacto más grande.
Retener al mejor talento e incrementar la moral del empleado es vital para el éxito de tu empresa. Así, en lugar de esperar a que las cosas vayan mal o aceptar un desempeño inferior, es importante que los empleados reciban continua retroalimentación sobre su desempeño o reciban coaching temporal. Si quieres mejores empleados, es probable que tengas que hacerlos.
Fuente: Entrepreneur.
