12 Maneras de Ser el Líder para el que Todos Quieren Trabajar

Written by on 13 mayo, 2014

No es fácil ser el jefe hoy en día. El liderazgo empresarial implica ser el responsable de reclutar, contratar, preparar, capacitar, moldear, atraer, monitorear, motivar, prever, priorizar, planear, evaluar, aclarar, adaptar, proyectar, dirigir, disciplinar, reforzar, reportar, reconocer, presupuestar y construir alianzas. Y todo eso antes del almuerzo. Si solo una de esas tareas te causa problemas, tus reportes dirán que tus responsabilidades te exceden.

Para algunos, la gerencia es la ruta al poder, un medio para intimidar a los críticos y favorecer a los aliados. Otros creen que es el boleto a la vida fácil, con días y días para gastar entre hojas de cálculo y repartir memorándums. Pero los trabajadores talentosos ignoran a estos y se rebelan contra aquellos. Ellos quieren lograr cosas importantes y avanzar en sus carreras. Presionan y producen, no hacen caso y desafían, cuestionan y crean. Ellos quiere trabajar para líderes, no para jefes. Y hacen la pregunta que los gerentes más temen: ¿Por qué?

Como líder, esa es la misma pregunta que deberías hacerte: “¿por qué alguien me seguiría?” hace falta coraje para levantarse y tomar el liderazgo. Pero nadie te seguirá si no guías por las razones correctas. El talento busca talento, así que los trabajadores talentosos buscan líderes que puedan abrir sus mundos y hacerlos mejores. ¿Cuáles son los líderes que inspiran y desarrollan mayor talento? Por lo general, ellos poseen varias de estas cualidades:

1)Mentalidad de servicio:

Contratas gente para hacer tu trabajo más sencillo, probablemente imaginas que ellos te liberan para perseguir tus grandes proyectos. Seguro, los empleados están ahí para servirte, pero va de ida y vuelta. Para liderar a gente talentosa, debes preocuparte en servirlos tu trabajo es quitar obstáculos, mantener un camino libre de distracciones (y excusas). Tú agilizas los procesos, encuentras recursos y mantienes el rollo político de lado. Tú eres el que se da cuenta de qué los frena y repararlo. Poniendo sus intereses como prioridad, también te facilitas el trabajo.

2) Juicio:

¿Quieres saber la peor cualidad asociada a un jefe? Cobardía. El talento espera que sus líderes tengan influencia. No, no hablo de esos psicópatas que van junto a alguien para llevarse bien, pueden ser comprensivos y tener buenas políticas, pero nadie los respeta. Liderazgo corajudo ciertamente no es ejecutar un plan, eso toma visión, concentración y resistencia, pero el coraje real significa que te enfrentas a los problemas, sin importar cuán impopular te haga.
Esto significa que no ves la otra salida cuando tus superiores adoptan prácticas turbias o causan conflictos de interés. Te mantienes firme por lo que es mejor para los clientes/trabajadores y la sociedad, sin importar que pongas tu trabajo en riesgo. Te manejas eligiendo las mejores ideas luchando por las causas correctas. Eres hábil cuando la apuesta es pequeña y directo cuando es grande. Y eres visible parado al frente. En el negocio, eso te da puntos a favor: La credibilidad que llama la atención y obliga a los demás (de arriba y de abajo) a tomarte en serio.

La gente talentosa es naturalmente rebelde. Para ellos, la popularidad es buena, la influencia es un medio, actuar por el honor lo ideal, y lograr cosas es el punto. La mejor gente quiere trabajar para alguien que comparte ese espíritu, que tiene el potencial para convertir las ideas en negocio.

3)Experiencia:

Todos empiezan en alguna parte. Pero los talentosos se preocupan de a dónde quieren ir, y te elegirán si creen que puedes llevarlos. Han hecho su tarea. Saben que tu fuiste uno como ellos alguna vez.

Más importante aun, conectalos a tu red. Ayúdales a encontrar nuevas conexiones y mentores – y encontraras mejores soluciones más rápido. El hecho es que si estas creciendo quieren ver cómo se hace. Así que tómate tu tiempo ayudando a la gente a entender el negocio. Exponlos a todas las partes de la operación para redondear sus habilidades. Tu mejor gente quiere subir. Te guste o no, ese trabajo es temporal para ellos. Desarrollarlos y capacitarlos. Solo mejorarán si hay algo grande para ellos.

Los trabajos y la buena fortuna son temporales. Puede que algún día necesites a tus preciados pupilos para alguna referencia (o un empleo).

 

4)Atención Personal:

Lo sabes de memoria: Le das una laptop al nuevo empleado y le dices que lo “haga ocurrir”. Suele fallar. Para volverte un gran líder, debes hacer reportes de los éxitos en tu misión personal. Los mejores líderes siempre están hablándole a su gente. Se toman el tiempo de entrenarlos, conocer su negligencia refuerza malos hábitos, estancamiento y desencanto. Ellos proveen información regularmente sobre el desempeño. Más importante, esos líderes prestan atención. Se preocupan por su gente y tratan de mantenerse en contacto a un nivel personal, saben cuándo presionar y cuándo retirarse. Los mejores líderes hacen reportes valorados, o inspiran al resto a hacerlo, lo que los hace sentir mejor (y hace que su organización funcione mejor)

5) La apertura:

¿Quieres saber lo que separa a los grandes líderes de los buenos? Los grandes siempre están aprendiendo – y también su gente. No puedes estancarte una vez que llegas a cierta autoridad. Y en eso los verdaderos líderes son excelentes. Ellos están constantemente haciendo preguntas, tienen curiosidad insaciable y nunca están satisfechos. No tienen recelo de las personas con diferentes orígenes y una mayor experiencia – Ellos utilizan sus habilidades. Y reconocen que el cambio no es una amenaza, por lo que se adaptan a él (incluso lo lideran). Por encima de todo, ellos entienden una de las máximas más antiguas de liderazgo: La forma más rápida de perder la credibilidad es perder el contacto con lo que está pasando – y no mostrar interés en ponerse al día.

El talento siempre está buscando una manera de decir que sí en lugar de no. Así que los líderes escuchan. Ellos no tienen miedo de las malas noticias ni a la crítica, incluso cuando se habla mal de ellos. Están abiertos al desacuerdo y el debate constructivo, sabiendo que en última instancia conduce a posibles alternativas. Ellos no guardan rencor de alguien cuando se equivoca, centrándose en cambio en lo que ha aprendido y seguir adelante. En definitiva, los verdaderos líderes absorben lo que pasa y toman medidas. ¿Por qué es importante eso? Incluso cuando pierden,el talento sabe se escucharon sus voces y el proceso fue justo. Y eso los mantiene pensando, inventando, y yendo hacia adelante.

6) Espacio:

Lo sabes muy bien: El talento no colorea dentro de las líneas. Y rápidamente se cansa de recibir órdenes. Es por eso que los principales líderes dan posesión a las personas. Ellos no se paran frente a ellos. Se hacen a un lado. Les dan rienda suelta para explorar, probar, descubrir e interpretar. Su papel consiste en hacer preguntas y guiar a su gente hacia la búsqueda de opciones. En otras palabras, ellos dan espacio a su gente para encontrar la manera de resolver sus problemas. Así es como la gente aprende. Y así es como se puede preparar al equipo para cuestiones más complejas y ambiguas.

Los mejores líderes operan desde la confianza. Ellos no adivinan cada segundo. Ellos entienden que no se pueden controlar todas las variables. Cuando se cometen errores, respaldan a su gente en vez de condenarlos. A través de su esperanza y apoyo, dan a las personas más efectivas permiso para hacer lo que mejor saben hacer: Hacer que las cosas sucedan. A cambio, obtienen su lealtad.

7) Excelencia:

Los grandes líderes no “demandan” excelencia. Eso ya está establecido por el ejemplo que dan. Pónte en los zapatos de un empleado. Cuando trabajas para un verdadero líder, sabes que la valla está alta y se espera grandes cosas de ti – todos los días.

Tu líder siempre está preguntando: «¿Es esto lo mejor que podemos hacer?» Te hace establecer metas para mantenerte concentrado y fuera de rodeos. Motiva el aprendizaje continuo para mantenerte fuerte. Y exige resultados, independientemente de los antecedentes, la política y predicamentos.

Claro, estás resentido los excesos ocasionales, pero también se sabe que su líder mantiene a todos responsable de compartir la carga. Si tiene favoritos, es estrictamente sobre la base de los resultados. Por encima de todo, reconoce límites. Entiende que probablemente no puedas hacer lo que pudiera en su mejor momento. Pero también sabe que es su trabajo empujar a todos para llegar ese nivel. Es por eso que su equipo – el equipo – supera a todos los demás. Y eso es lo que se necesita para poder hacer lo mismo año tras año.

8) Sacar lo Mejor:

Todas las mañanas, los mejores líderes van al trabajo con esta pregunta: «¿Cómo estoy haciendo mi mejorar a mi gente?» ¿Cómo puedes hacer eso? Empieza por no encasillar a tu gente. Cuando ves a un empleado, no te centres en lo que no puede hacer o lo que otros dicen acerca de él. Mira lo que puede hacer ahora – y lo que podía hacer. La mayoría de las veces, son capacidades que no se dio cuenta que tenía.

Como ves, los mejores líderes no sólo contratan a personas para hoy. También pesan su potencial. Ellos mantienen un ojo en los intereses personales de su gente, ya que es donde, se pueden encontrar sus habilidades subyacentes. Sabiendo eso, los líderes buscan oportunidades para ayudar a sus talentos a construir confianza. Incluso cuando su gente se queda corta, saben que se necesita tiempo, ensayo y error antes de que finalmente florezcan. En resumen, los líderes de verdad ven lo que otros no pueden porque lo buscan. Empujan a su gente a un nivel que no podían imaginar por su cuenta. Y cosechan las recompensas como resultado.

9) Pasión:

Las personas con talento quieren ser parte de algo más grande. Sueñan con decir: “Ese soy yo. Yo ayudé a crear eso.” Pero saben que momentos tan grandes son raros. Bueno, los grandes líderes reconocen esos momentos y sacan provecho de ello. Como

comprenderás, no se puede acelerar el talento con un discurso, no importa cuánta convicción tengas. Tu gente son adultos que trabajan en las grandes ligas. Ellos quieren saber que son parte de un propósito mayor, con líderes que tienen una visión y un plan para hacer que sea una realidad. Quieren sentirse imprescindibles, ver que sus ideas y sudor producen algo significativo. Lo más importante es que quieren participar en los beneficios (y recibir algo de crédito). Las personas vienen y van en los negocios, incluido tú. Es por eso que debes centrarse en construir lealtad para una misión que durará más que tú.

Por supuesto, cerrar un trato – y la pasión que produce – requiere más que talento que sabe a dónde se dirige la organización y por qué. También se deriva del día a día. La gente sólo puede motivarse a sí misma un poco. Es por eso que el liderazgo requiere que tengas un entusiasmo contagioso. El talento siempre está buscando aspectos positivos y avances. Y quiere reír y divertirse en el proceso. Pero un propósito sólo reúne a la gente durante un tiempo. Como líder, tu trabajo consiste en ser la persona que recuerda a todos por qué todavía trabajan aquí; ¿por qué su trabajo sigue siendo pertinente; y lo que ellos (y el resto del mundo) ganará de su afiliación. Esto implica más que decir un par de frases cuidadosamente calibradas. Significa reforzar tu mensaje, con cada interacción, tanto en palabra y obra. Eso es compromiso. Eso es pasión. Eso es liderazgo.

10) Justicia:

¿Has notado cómo la mayoría humor sobre «jefes» implica una doble moral? Desde Dilbert a Meeting Boy, esperamos de los líderes estándares que nosotros mismos no podríamos cumplir. Los líderes y los seguidores son hipócritas por igual. Esa es la condición humana … cómica y trágica. Pero los verdaderos líderes – los que inspiran lealtad, la confianza, y la excelencia – trabajan para se sienten responsables de las mismas normas que las que llevan. No dirigen desde lo alto o desde atrás: Lo hacen desde el ejemplo. Ellos ven a su gente como iguales – y no les importa ensuciarse las manos con ellos.

Sí, los líderes tienen reglas. Pero pueden aceptar cambios y errores, siempre que se deriven de las buenas intenciones. Se centran en su propio comportamiento antes de juzgar a los demás. Y separan lo que es importante y de lo que no lo es. Así es como saben lo que es realmente justo. Y así es como su gente sabe que están siendo tratados de manera justa también.

11) Consistencia:

Nunca tienes que preguntarte con los buenos lideres, ya sabes qué esperar. Son fiables y sensibles, entregan lo que prometen. En la adversidad, mantienen la compostura y concentración, para que los demás también puedan controlar sus emociones.

No señalan con el dedo; recogen hechos primero y tomar medidas. Entienden que cada uno toma señales de ellos. Y actúan de la misma manera que quieren que sus gente reaccione.

Seguro has escuchado a los expertos decir que el talento, cultura y estrategia hace o deshace compañías. Eso es cierto en el sentido macro. En el micromundo, el éxito está en las relaciones. Eso empieza con confianza, y l confianza empieza con consistencia y carácter . Los mejores líderes son genuinos, siempre sabes qué esperar de ellos. No llevan agendas ocultas ni te dicen una cosa a ti y otra al resto. Hace enfriar las decisiones pensando en lo mejor para los empleados y clientes, no lo más fácil o rentable. Se presentan cercanos y disponibles. Reconocen que mantener las puertas abiertas y la confianza privada les provee de un recurso que a la mayoría de líderes le falta: Información confiable.

12) Reclutamiento:

Y la capacidad de atraer a los mejores profesionales es una manera en la que los líderes se miden a sí mismos. Los grandes líderes están constantemente buscando nuevos talentos que encajan con lo que necesitan ahora … y hacia dónde quieren ir. Hoy en día, cualquier persona puede atraer a buenos profesionales de los competidores en caída e industrias quebradas. La pregunta es, ¿pueden estos líderes mantener ese talento productivo y feliz? ¿Han fomentado una cultura donde el talento se desarrolla y valora? ¿O tras sus argumentos se esconde una mentalidad de fábrica donde la gente se utiliza como materia prima? De cualquier manera, tú mismo recibirás la factura. Pero,  ¿preferirías ser un gerente que exprime a la gente entre papeles o un líder que prepara el talento para convertirse en más grande que sus roles? Créalo: la voz se corre. Y cuando alcances resultados y ayudes a la gente llegar a donde quieren ir, algo curioso sucederá. El talento te buscará a ti.

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