El coaching familiar es un proceso en el que uno o más miembros de una familia se asocian con un coach para abordar objetivos que, en última instancia, mejorarán su dinámica familiar. Las dinámicas familiares son las interacciones entre los miembros de la familia, cómo se relacionan entre sí y cómo funciona la familia en su conjunto.
Hay entrenadores familiares que se especializan en mejorar la dinámica de una familia, mientras que otros pueden enfocarse en ayudar a adolescentes y niños, ayudar con las necesidades de los padres (a veces conocido como entrenador de padres) y aquellos que trabajan con toda la familia juntos. Cada familia tiene su propia dinámica de grupo y estructuras únicas, ya sea una familia tradicional con dos padres (también conocida como familia nuclear), una familia monoparental, una familia reconstruida, una familia grande, una familia con un solo hijo, una familia adoptiva o una familia con padres del mismo sexo, existe un programa de coaching familiar que puede ayudar.
Una de las cosas más importantes a considerar en el coaching familiar son las necesidades y deseos de cada uno de los miembros de la familia, con el fin de facilitar el proceso de coaching.
A menudo, las familias necesitan ayuda, al igual que una organización corporativa. Necesitan comunicarse sobre sus valores, creencias y objetivos compartidos y ver dónde están alineados y dónde pueden no estar sincronizados. Existen diferentes herramientas que un entrenador puede utilizar para ayudar a las familias a aprovechar sus fortalezas, así como para ayudar a disminuir el ruido en lo que puede impedir que cada persona logre sus metas.
¿En qué ayudan los coaches familiares?
Los coaches o entrenadores familiares ayudan a las familias y a los individuos a identificar sus diversos valores, deseos, necesidades y metas, orientan a los miembros a idear estrategias para alcanzar estas metas, así como a mantenerlos enfocados para alcanzar sus objetivos.
Los entrenadores trabajan para aprovechar las fortalezas de los individuos y los grupos, así como para llamar la atención sobre las áreas en las que tienen espacio para mejorar y ayudar a avanzar.
Algunas áreas comunes en las que los coaches familiares ayudan:
- Nuevos retos para los padres
- Desafíos matrimoniales
- Comunicación
- Problemas de crianza en diferentes etapas, como ansiedad por separación, depresión o disciplina
- Problemas familiares mixtos
- Embarazo adolescente
- Prevención de la deserción escolar
- Manejo de la ira o el estrés
¿Cuáles son los beneficios del coaching familiar?
Piensa en la familia como tu propia organización. A menudo requiere trabajo para crecer a medida que los individuos y las situaciones cambian.
Algunas de lo temas que se pueden abordar a través del coaching familiar son las siguientes:
- Empoderamiento de todos los miembros de la familia
- Mejora de la comunicación
- Fortalecimiento de las relaciones
- Respeto
- Aumento de la confianza
- Incremento del equilibrio
- Mejora de la capacidad de tomar decisiones
- Gestión del tiempo
- Estar y vivir en paz
- Mejora de la vida cotidiana
- Resolución de conflictos
¿Cómo funciona el coaching familiar?
No hay un enfoque único para todos los casos de coaching familiar. Cada familia tiene su propio punto de partida, así como sus propias metas y valores hacia los que quiere trabajar.
Un coach familiar es un socio, una tercera parte neutral que ayuda a la familia y a los individuos a identificar sus metas, establecer nuevas rutinas y comportamientos que contribuyen a lograr un cambio positivo y a continuar obteniendo resultados continuos.
Es importante evaluar y mejorar lo que funciona para mejorar con el tiempo a fin de ayudar a facilitar resultados positivos.
Los entrenadores utilizan diferentes enfoques y herramientas cuando trabajan con sus clientes. Algunos enfoques incluyen revisiones de 360 grados, encuestas, escalas de satisfacción, buscador de fortalezas, etc.
¿Cuál es la diferencia entre el coaching familiar y la terapia de familia?
El coaching familiar no es terapia. El coaching es un proceso que ayuda a los clientes a identificar los objetivos y obstáculos que impiden que las personas avancen, así como los comportamientos que se interponen en el camino.
Un entrenador ayuda a los clientes a crear planes de acción para lograr los objetivos y resultados deseados.
Los “Life Coaches” o coaches de vida no diagnostican problemas ni determinan enfermedades. Se enfocan menos en el pasado y más en quién y dónde están los clientes en este momento, para ayudarles a determinar a dónde quieren ir. Los terapeutas tienden a enfocarse más en los comportamientos pasados y en cómo han impactado las situaciones actuales, en el POR QUÉ, para identificarlo de alguna manera. Los entrenadores familiares se enfocarán en el presente y trabajarán para ayudar al cliente a avanzar hacia una meta, en el CÓMO, por así decirlo.
Cuando se trata de coaching familiar, el punto de partida del cliente y su familia es lo que es: no hay juicio sobre si este lugar es bueno, malo, correcto o incorrecto. El coaching familiar consiste en ayudar a los clientes a averiguar qué es lo que quieren, qué es lo que les impide llegar y cómo hacerlo.
Por supuesto, hay similitudes entre el coaching familiar y la terapia: ambos ayudan a los clientes a hacer cambios positivos en sus vidas y hay un tiempo y un lugar para cada disciplina. Si es necesario, los entrenadores referirán a los clientes a terapeutas.
¿Cuánto dura el proceso de coaching familiar?
Cada entrenador y familia tiene un proceso diferente que funciona para ellos. Cuando se contrata un servicio de coaching familiar, se debe garantizar que el proceso funcione bien con la rutina y las necesidades de la familia.
La mayoría de los entrenadores ofrecen una consulta gratuita antes de que las familias decidan inscribirse en las sesiones de trabajo, de esta manera los clientes pueden entender mejor su enfoque y ver si son adecuados para ellos y sus familias.
Mientras que algunos coaches familiares pueden tener programas específicos que duran de tres a seis meses (o más), muchos entrenadores están dispuestos a ofrecer tantas o tan pocas sesiones de entrenamiento como sea necesario para alcanzar las metas establecidas por el individuo o la familia. También trabajarán para determinar la frecuencia de las sesiones que mejor se adapten a la situación.
Parte del trabajo del entrenador es ayudar al cliente a identificar lo que funciona bien para él y sus familiares, además de lo que no funciona.
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