Cuando llegué el primer día de básico no supe bien qué hacia ahí, fui porque vi el cambio que había hecho en mi mami y sabía que si yo iba ella estaría feliz. Fueron pasando los días y cada vez me gustaba más haber entrado. Estaba tocando esos temas a los que no quería regresar por miedo a volver a sufrir, a pesar de llorar y de sentir que me dolía, cuando acabó había una sensación de estar ligera de haber botado algo grandote que tenía adentro y no me dejaba seguir. También entendí que lo más importante en mi vida soy yo, que no me debe de importar las muchas cosas que me digan que sea, y ser lo que yo quiero ser y hacer pero sin hacerle daño a las demás personas.
En el cierre me dio pena, pero sabíamos que faltaba el Avanzado; es ahí donde todo queda más claro, donde se abren nuevos caminos, es fuerte pero a la vez enriquecedor para cada uno. No voy a decir mucho pero es lo máximo, sales con ganas de conquistar el mundo y saber que puedes lograr todo lo que quieras.
Después de todo lo vivido en Life me he llevado muchas cosas, lo más importante: mi sonrisa… la que había perdido; no sabía quién se la llevó pero ya la recuperé y no se va a volver a ir.
Me atreví a tener conversaciones que me dieron las relaciones que siempre quise con aquellas personas que quiero mucho como mi mami y papi, también pasé por cosas que me daba roche hacer tal vez porque pensaba que se iban a burlar de mí, pero las hice; me divertí, tal vez se burlaron, pero yo estaba feliz y ahora estoy orgullosa de quién soy y felíz por lo que tengo con muchos sueños y felíz de la vida, de mi vida.
Daniela Rullier – Lima 12